Los Creadores de Essiac

Tribu india Ojibwa/Chippewa de Canadá

Personalmente, por todas las investigaciones que he realizado sobre la historia del Essiac, veo que a la que se le reconoce el logro mayoritariamente, es a la enfermera René Caisse y la verdad, es que tuvo mucho mérito todo el trabajo admirable de investigación que hizo sobre el Essiac.

Aunque ésta ejemplar enfermera, descubriera este remedio, a través de una paciente que sanó su cáncer de mama, gracias a un chamán el cual le facilitó la receta, quienes son los realmente creadores originales de este maravilloso remedio ancestral, son los curanderos nativos de esta tribu india y son a los que deberían de ponerles una estatua en la plaza central de la capital de Canada, como hicieron con nuestra querida enfermera en la plaza central de Bracebridge, pero para ellos sería áun más grande.

Jamás se les ha reconocido ni se les ha hecho honor por crear una fórmula que ha sanado a miles, incluso millones de seres vivos, personas y animales, de este mundo. 

Así que a ellos les dedico esta página de mi web, en su honor, a la Tribu india Ojibwa por la creación de este inmejorable remedio ancestral y a René Caisse por investigarla y darla a conocer, que para mí y para muchas personas que lo han experimentado es, sin duda, medicina milagrosa...

 

Historia de la Tribu Ojibwa/Chippewa

Los Ojibwa o Chippewa, conformaron la mayor tribu de lengua algonquina. Aliados primero de los franceses, y luego de los ingleses, terminaron por vender sus tierras y trasladarse a la reserva. Ubicación: EEUU y Canadá. Población: 103,826 USA (1990 Census Bureau), 8000 en Canadá Lengua: Algonquino

Es la tribu más grande e importante de la familia de idioma algonquino. Ocupaban una gran parte de las tierras que corresponden hoy al estado de Wisconsin, sudoeste de Ontario y nordeste de Minesota. Se llamaban a sí mismos "an-isk-in-aub-ag", hombres espontáneos.

Según la tradición Ojibwa, la tribu originalmente emigró desde la región del río St. Lawrence en el este, con los Ottawa y Potawatomi. El ojibwa se estableció al oeste del lago superior, mientras las otras dos fueron al sur. 

Los ojibwa ocuparon un gran área. Comprendían muchas bandas, divididas en clanes permanentes. Originariamente los clanes se dividían en cinco grupos, de los cuales, uno sostenía el privilegio hereditario de establecer los jefes de toda la tribu. Otro de los grupos se encargaba de los consejos de guerra. 

Ojibwas de la reserva de Montana, 1871. Denver Public Library La economía de los Ojibwa se basó principalmente en cazar, pescar, cultivar , y reunir semillas y frutas silvestres, particularmente el arroz silvestre, y el azúcar, hecho de jarabe de arce. 

La mitología Ojibwa era elaborada;  los ritos principales eran religiosos y supersticiosos, centrados alrededor del Medewiwin, o sociedad grandiosa de medicina. 

Aunque que el Ojibwa sean una de las tribus más grandes de la zona, no fueron conocidos por los europeos hasta mediados del siglo XVII, cuando se restringieron a una pequeña área del lago superior, debido a las incursiones de los sioux y zorro. 

Adquirieron armas de fuego de los franceses en 1690, echaron a sus enemigos y expandieron su territorio. Apoyaron a los franceses contra los ingleses en guerra del rey William, de la reina Ana, del rey George y en la guerra de los franceses contra los indios. En la Revolución Estadounidense y la Guerra de 1812, estuvieron del lado británico contra los estadounidenses. 

En 1815 se unieron a otras tribus para firmar un tratado de paz con el gobierno DE E.E.U.U. En los tratados subsiguientes, vendieron la mayoría de su territorio y se trasladaron a las reservas. 

En contraposición con los iroqueses que vivían más al Sur y, por lo tanto, que empleaban sobre todo la corteza y la madera del olmo para hacer sus casas, utensilios y canoas, los chippewa utilizaban un recurso natural superior, la corteza del abedul, y dependían bastante menos que ellos del cultivo del maíz, sustituido en gran medida por el excelente arroz silvestre que crecía en abundancia en los numerosos ríos y lagos que caracterizan a la región bañada por el Misisipí. 

El «arroz» silvestre (Zizania aquática) era, más que un arroz propiamente dicho, un vegetal de tipo alga. Los primeros exploradores se quedaron impresionados al comprobar el enorme valor nutritivo de esta planta, que formaba parte de la dieta de los pueblos de los Grandes Lagos occidentales, sobre todo, los chippewa y los menominee. El nombre de estos últimos deriva del nombre que daban los chippewa al arroz silvestre, manomini, que constituía el alimento principal de esta tribu, aunque por motivos religiosos no se atrevían a cultivarlo, “para no dañar a su madre, la tierra". 

Maun-gua-daus (George Henry), jefe de los ojibwas, 1846- 1848. National Archives of Canadá Recogían el arroz a finales de agosto o principios de septiembre y se dividían en grupos para trabajar. Ciertas zonas se reconocían como propiedad de una familia en concreto, siendo éste un derecho que rara vez se disputaba.

Crecía con tal riqueza que estas superficies parecían enormes prados verdes y era necesario perchar para pasar con las canoas a través de los ríos mansos y los lagos de aguas superficiales. En general, se encargaban de ello los hombres, mientras que las mujeres lo recogían. Para la cosecha utilizaban dos palos de unos 6O cm; las mujeres se sentaban en la popa de la canoa, doblaban los tallos (que podían llegar a medir 6 m) con uno de los palos y sacaban el grano con el otro, terminaban cuando la barca estaba repleta. 

Estos indios sabían distinguir las zonas que ofrecían cultivos particularmente buenos. De todas formas fuera cual fuera el tipo, igual que en el caso de la sabia del arce en la primavera, el arroz implicaba una actividad en grupo y daba lugar a alegres reuniones. 

La recogida el azúcar del arce era una actividad fundamental, ya que lo utilizaban en las fiestas y ceremonias y todo el mundo debía comer de lo que le ofrecían. Empleaban  el azúcar con la fruta, las verduras, los cereales e incluso el pescado. A pesar de que la recolección del azúcar del arce, que solía comenzar en marzo, suponía un gran esfuerzo, también se trataba de una época agradable y,en ciertas zonas, se mantenía de un año para otro. Era el momento para las reuniones sociales, las ceremonias y para ponerse al día sobre los comadreos del año anterior. 

Utilizaban un parte para meterla en moldes y hacer pasteles, pero la mayor parte de la cosecha la almacenaban en makuks (recipientes de corteza de abedul) y se los llevaban para utilizarlos durante el resto del año. Además de ser un alimento enormemente nutritivo, se podía mezclar con agua para hacer una refrescante bebida: «Siempre se ofrecía una pequeña cantidad de azúcar a Manito (que pasó a ser conocido entre los ingleses como Manitou, era la personificación de los poderes y potencias mágicas y misteriosas de la vida y el universo),pues existía la tradición de ofrecerle el primer fruto de cada cosecha con el plato preparado del alimento propio de cada estación. 

En aquellos bosques existían frutos silvestres en abundancia. Cuando las plantas habían madurado se dedicaba una particular atención a las plantas medicinales. La persona encargada de buscar las hierbas ofrecía tabaco a los cuatro puntos cardinales el cielo y la tierra. Repetía en voz baja las oraciones con las que prometía no tomar más de lo necesario e imploraba a los misteriosos poderes que hicieran que sus propiedades fueran eficaces. Una vez recogidas, se secaban, se separaban por especies y se guardaban. La mayoría de las hierbas se utilizaban como remedios contra el dolor de ojos, problemas de estómago, afecciones de la piel y desarreglos pulmonares; algunas se usaban para realizar conjuros de caza; las preparaban en forma de polvo o raíces finas, y las mezclaban con tabaco o caña roja para fumarlas en pipa. 

Madre y bebé ojibwa, mientras seguían el rastro de un ciervo, se sentaban de vez en cuando para fumar estas hierbas y "se creía que entonces el ciervo tardaba poco en aparecer al oler los efluvios del humo”. Para todas estas actividades, los chippewa dependían de un material natural que era fundamental para ellos, wigass, o corteza de abedul; era la base de su cultura material (las canoas para recoger el arroz silvestre; las bandejas para el cribado; el makuk para recolectar bayas; los recipientes impermeables para transportar el agua y el sirope de arce y, por último, las casas). 

Aunque la época variaba de un lugar a otro, los chippewa sabían cuando se podía quitar la corteza sin destrozar el árbol; generalmente, era entre el principio de la primavera y el final del verano. 

Durante el invierno los ojibwa se reunían para pasar agradables veladas. “El fuego brillaba vivamente y no se hacía ningún trabajo que cansara la vista. Uno de los entretenimientos favoritos era hacer transparencias con la corteza del abedul. Las mujeres hacían cuerdas de fibra vegetal y redes para pescar, a veces, también makuts y cuencos. Los muchachos se recostaban en el wigwam y siempre tenían cerca algún tambor... el invierno era una época para contar historias, arte en el que eran expertas las ancianas. Había una mujer que solía representar las historias y, mientras, daba vueltas alrededor del fuego y gesticulaba lo que iba diciendo." 


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